Rosca Imperial para Antonio y Raquel
Estas Navidades, gracias a la venta de mis dulces, he tenido el placer de conocer a Antonio y Raquel, unos vecinos de mi urbanización a quienes no conocía.
Antonio, me compró una rosca Imperial, cuando Pablo y yo las estuvimos vendiendo para su viaje.
Y mi sorpresa fue, cuando días después, Antonio llamó a mi puerta para encargarme otra igual pero más grande.
Desde entonces, Antonio me ha hecho varios pedidos y desde aquí quiero agradecerles su confianza en mí, su amabilidad y detalles con respecto a nosotros y sobre todo la oportunidad de habernos conocido.
Un saludo para vosotros
Antonio y Raquel
Estas Navidades, gracias a la venta de mis dulces, he tenido el placer de conocer a Antonio y Raquel, unos vecinos de mi urbanización a quienes no conocía.
Antonio, me compró una rosca Imperial, cuando Pablo y yo las estuvimos vendiendo para su viaje.
Y mi sorpresa fue, cuando días después, Antonio llamó a mi puerta para encargarme otra igual pero más grande.
Desde entonces, Antonio me ha hecho varios pedidos y desde aquí quiero agradecerles su confianza en mí, su amabilidad y detalles con respecto a nosotros y sobre todo la oportunidad de habernos conocido.
Un saludo para vosotros
Antonio y Raquel
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